Un nuevo año, lleno de bendiciones y de retos. Retos como esposa, mamá, ama de casa, lider de célula, ministra de alabanza, hija, etc... Dios comenzó este año probando mi paciencia en muchas áreas y sobre todo en la de la casa. Muchas veces con todos los roles que desempeña uno como mujer llegan momentos duros en los que tienes que sacar las cosas en todas las áreas y esos momentos son tan enriquecedores porque ves en donde tienes puesto tu corazón. La persona que desde hace 6 meses comenzó a ayudarme con los quehaceres domésticos renunció, mi esposo decidió comer por primera ves en 4 años que tengo de casada, todos los días en la casa, los cuates están casi por cumplir los 3 años y les quité el pañal, homeschool, iglesia, familia, amigas etc....asi que entre mis diferentes roles y actividades pasé por momentos en los que mi paciencia fue probada. En unos momentos reprobé debo confesarlo, mi paciencia se agotó y los afanes me comieron, pero gracias a Dios que siempre es fiel me ha ayudado a reconocer que sin Él no soy nada. Que emoción ha sido ver que solamenet puedo depender de Él y que sin Él no soy nada. Es una bendición que ya hallan dejado el pañal, fue todo un reto motivarlos, un reto probar mi paciencia y una alegría de ver como alcanzan nuevos retos y les emociona. Me gusta ver crecer a mis hijos, verlos ser cada día mas independientes, más grandes como ellos dicen. Paulo el pequeño va creciendo y acoplándose a las actividades de los hermanos, lo que ellos hacen, él quiere hacer.
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